De acuerdo con el espacio que sustenta tu cultura y al mismo tiempo tus creencias, es conveniente comenzar hablando de las llaves de los sueños, las del alma y las que protegen los vínculos y acuerdos.
Sí, vamos a los sueños, hay algunos fabulosos e imposibles, esos que no revelas a nadie; en el caso de las creencias, hay en el alma de los humanos creencias y también un culto a protegerse de ideas distintas; en cuanto a los vínculos y acuerdos, hay llaves que la gente comparte y no abres un paraje o escenario sin la llave del otro.
Del otro lado del cerrojo hay algo que no es posible observar, al menos que sea una sencilla, pulcra y sonriente idea.
Hay puertas que se dejan abiertas, que no se cierran porque la vida que observan y observas se ha vuelto parte del paisaje.
Otras a las que incluso les das privilegio de acceso a un grupo selecto; un personal secreto o a una sola persona en la que confías.
Cada una de ellas es parte del mundo en el que vivimos. Algunas son reconocidas y otras se otorgan por privilegio.
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