Como ya lo he señalado, entre magos y alquimistas hay personalidades que evidencian sus cualidades únicas con sus reflexiones. Este señor que les presento aquí lo encontré mientras buscaba una película para el fin de semana, ya que en el cine ya me vi todo lo que valía la pena.
Me quedé analizando la palabra enigma, puesto que así se va a llamar el capítulo 3 de este trabajo que estoy realizando.
Así que cuando él señala que el Enigma tiene solución, por el hecho de que es como un cubo de Rubik… Wow, llamó la curiosidad y bien creo que es muy apropiado respecto a las cualidades del Mago, además su personalidad va bien para considerarlo un físico que se adentra en los misterios.
Se los recomiendo. Su nombre es Alejandro Gómez Marín.
Àlex Gómez-Marín (Barcelona, 1981) ha recorrido una trayectoria impresionante y ecléctica, desde la física fundamental hasta la vanguardia de las neurociencias conductuales y cognitivas. Doctor en física teórica y máster en biofísica por la Universidad de Barcelona, su carrera está marcada por importantes contribuciones como investigador en instituciones como el Centro de Regulación Genómica EMBL-CRG. También trabaja en el Centro Champalimaud para lo Desconocido de Lisboa. Actualmente, dirige el Laboratorio de Comportamiento de los Organismos en el Instituto de Neurociencias de Alicante y es profesor asociado del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El trabajo de Alex personifica la audacia interdisciplinar.
Su trabajo abarca los orígenes microscópicos de la flecha del tiempo, la neuroetología computacional en diferentes especies animales y la inteligencia artificial utilizada para comprender mejor la estupidez humana. Su investigación actual se centra en el estudio científico de la consciencia en el mundo real. En su reciente publicación:
La Conciencia de la Neurociencia, aboga por un enfoque más sutil y honesto para el estudio de la conciencia, combinando la investigación empírica con la indagación filosófica. Al reflexionar sobre las colaboraciones adversarias actuales, Alex desafía a la comunidad científica a ampliar sus metodologías y perspectivas. Esta postura no solo subraya su liderazgo en la investigación neurocientífica, sino también su dedicación a la exploración de las profundas complejidades de la mente humana y, en particular, lo que él llama «los límites de la conciencia».
