Nuestra imagen del cielo es algo tan sutil que necesitaríamos tener constante conciencia de lo que sucede allá arriba para intentar ubicarnos en la realidad que somos y la infinita pequeñez que albergamos, pero al mismo tiempo nuestra relación constante con la inmensidad del cosmos.

Hoy les voy a hablar de un astrónomo autodidacta que comenzó su carrera en Australia, donde trabajaba como comerciante de vinos mientras estudiaba el cielo con un telescopio casero. Las grandes pasiones, solo son viables cuando cautivan nuestro ánimo de una forma total, y algo de eso le pasó a esta persona, cuya pasión por la astronomía lo llevó a Sudáfrica, donde dirigió el Observatorio de la Unión en Johannesburgo, que anteriormente había sido un observatorio meteorológico.
Si me refiero a Robert Thorburn Ayton Innes fue un astrónomo escocés que, en 1915, hizo un descubrimiento crucial en la astronomía: identificó Proxima Centauri, la estrella más cercana al Sol.

¿Cómo lo realizó, por qué se involucra en esto de los espejos, reflejos y circunstancias en las que la óptica nos mantiene en el asunto?

Entonces, tal vez no es para todos los que se identifican con un asteroide o estrella en el cosmos, pero ciertamente lo que nos lleva a creer en la ilimitada realidad del espacio exterior, a muchos nos insta a expresar:
Que no termine tu ciclo, que siga constante en ese lugar que habitas en el infinito espacio, ese que a simple vista no vemos, que nadie turbe tu giro y tu rotación, que no invadan tu entorno y no te desdibujen de mi recuerdo.
Para el astrónomo australiano, el descubrir esta estrella, la más cercana a su sol, requirió de precisión y de un detallado y minucioso don de la observación; lograrlo ahora le coloca en un sitio privilegiado entre los estudiosos del cielo.
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