¿Qué los había animado a ir?

La mayoría de las personas que se habían reunido en aquella embarcación estaban seguros de que se encontrarían con un empresario o un estadista que pondría a su disposición todo el poderío militar que ellos podían pagar.
Sin embargo, los dos principales personajes que se pusieron de acuerdo para invitar a personalidades de fuerza y poder en sus regiones tenían que mostrar un nuevo paradigma. De tal suerte, que a quienes iban con una concepción que los había impulsado a moverse en el mundo bajo la lógica de sus propios aprendizajes de antaño, para cada uno de ellos resultaban básicas y lógicas.
Hasta ahora habían sido de esa manera… Pero Ares necesitaba rescatar su verdadera personalidad; recuperar su universalidad, su propia personalidad y no aquella que culturalmente le fue dada en momentos en que la historia lo consideró necesario.
Los humanos repetían conductas gracias a su memoria genética y evolutivamente ya no estaban dando resultados.
Ahora te pregunto, lector:
¿Sabes de qué estoy hablando?
Antes de retirarme, escuchemos a Ares:
Es tiempo de cambiar los conceptos a favor de lo que cada ser vivo entiende en la frase: Amor a la vida.
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