Se percató de que ya eran varios días de espera y eso de no tener noticias era un fastidio. Miró su desayuno y se dio cuenta de que estaba desayunando lo mismo cada día y se preguntó si esa falta de variedad no era lo que la estaba afectando. Entonces se dispuso a abrir el correo con un poco de desgano:
Estimada Gryer, esperamos que su espera haya sido placentera, como nos ha señalado el miércoles como adecuado para la entrevista, y ese día de hoy, justo para realizar la videollamada. Sentimos haber tardado una semana en atender su petición, pero los asesores médicos se toman muy en serio su labor.
Por la noche hemos colocado el horario para su entrevista con el Dr. Baes. Él considera que es un horario apacible donde ya se completaron las rutinas del día y a las 8 de la noche esperará por usted. Por favor, anote el enlace y le deseamos éxito en el proceso.
¡Ah! La mujer se quedó con la boca abierta, una semana esperando la carta y obviamente ni siquiera se había dado cuenta de que estaba viviendo en un miércoles.
Se dispuso para salir a dar un paseo en bicicleta, quería quitar la ansiedad de su mente para enfrentar al Dr. Baes. Pensativa, señaló para sí misma que, ellos fueron desatentos al no enviar el currículum del asesor médico, como ellos le decían… Pero bueno, los tiempos se daban como si fueran muy disciplinados y formales y eso le agradaba.

Se vistió con discreta elegancia para recibir al Dr. Baes en la videollamada y ahí estaba él… un hombre maduro, canoso y con una grave voz que le resultó agradable y confiable, al momento que señaló:
Estimada Gryer, por política interna, debo tratarla sin la barrera del “Usted”. Estudié sociología e hice un postgrado en psicología, así que, dadas las circunstancias, me han elegido para el diálogo de media hora con usted. En caso de que desees programar más sesiones… No se lo recomiendo, sería costoso y tedioso. Tú quieres salir de un bache como escritora y por eso necesito hacer una evaluación; prolongar las citas conmigo no es necesario.
Comencemos con la primera pregunta: ¿Cuándo notó que, de vivir en otra época, hubiera sacado la hoja del rodillo y la hubiera arrugado con rabia, tirándola al cesto de la basura?
Hace 6 meses dejé de acercarme a la computadora y sí rasgué las hojas desde mi libreta.
Bien, ahora dígame, ¿es de las personas que está esperando el visto bueno de sus amigos para seguir adelante, el aplauso le es necesario?
No, por lo general veo los likes, no ruego por comentarios, me gustarían, pero eso no impide que mi trabajo siga adelante o busque la aceptación de los demás, dejaría de ser yo.
La tercera pregunta, Gryer, ¿siente que muchos libros deberían ser desechados de los estantes de las librerías?
Cada quien es libre de elegir, me extrañaría que alguien que se dedica a leer historias de boxeadores, terminara en la estantería de mi propia obra.
¿Has escrito mejor estando bajo el efecto del enamoramiento o no lo considera esencial?
Enamorarse de un tema, es fundamental; enamorarse de otros humanos puede ser un distractor de la propia obra. Es diferente admirar a ciertos autores y necesario alejarse de muchos otros que pelean por ser leídos, su ego por encima del de otros… Te diré que cuando alguien se admira o se cree en él o ella, va uno a su obra sin necesidad de que nos estén tocando la puerta para que les hagamos el “honor” de leerlos.
¿Cuál sería tu mundo ideal? Solo en dos palabras, por favor.
Gryer lo miró con seriedad, y finalmente afirmó:
No “guerras”
¿Has pensado en la atazagarofobia? Si acaso la palabra no te es familiar, es el miedo irracional a ser olvidado.
Para mí el pensamiento es un don que resuena en otros; que teje una red de afinidades y que, a la larga, incluso lo que hemos dicho, deja de ser nuestro para formar parte de los pensamientos de los que seguimos y nos siguen. Ciertamente, una de las cualidades de todo escritor es su afán de ser recordado, leído, puesto en las charlas de conferencias como un texto citado. No como una fobia o miedo irracional, definitivamente habrá quien lo tenga.
Hemos notado que pones tu nombre completo en los libros y no usas seudónimos, ¿piensas que somos al nombrarte simplemente Gryer? Muchos autores hacen eso para mantener una definida y clara autoafirmación, ¿estás de acuerdo?
Definitivamente, soy yo y me agrada serlo, con nombre y apellido.
Finalmente, es justo que tú hagas la última pregunta, en caso de que lo consideres necesario. Notarás que nos ha llevado menos de la media hora, no fuiste evasiva, no saliste por la tangente de la conversación, no diste ejemplos de tus libros citando su relevancia; no lo señalo como algo negativo, debo aclararlo. Así que adelante…
Sí, podría señalar las últimas palabras que no borré de mi cuaderno y que al mismo tiempo no me dieron pauta para seguir adelante.
Mi alma revisa las acciones pasadas… ¿Dónde están aquellas que vienen en su búsqueda?, ¿qué valores nos duelen por ser imposibles de florecer y se quiebran en las paredes que edifican los necios?
Observo que no quiere caer el la fetua declaratoria, que esperas observar cambios y reconoces que todo cambio social lleva años y está obligado a los retrocesos, estos son retrogradaciones para replantearnos por donde seguir y los humanos nos atamos a lo bueno por conocido, arriesgar es muy duro y complejo. Continúa, Gryer, por favor.
Hay lagunas en la mente de los otros y la propia, y eso que parece que dijiste y no fue así, suele suceder en muchas ocasiones; en el hoy lo que probamos como innovador llevará tiempo para ser parte del pensamiento colectivo.
Muchas personas desean que lo nuevo se instale sin peligros y con la aceptación de los otros, que sea entendido cómo tú lo has entendido en tu memoria y actos literarios. Aborreces que la gente repita escenarios caducos.
Definitivamente, me he preguntado si lo que he dicho a toda prisa y escrito despacio, me llevará a incidir en la realidad del futuro.
Finalmente, el Dr. Baes intervino:
Gryer, cuento con el material suficiente para poder continuar. Debo decirte que esto pasará a varios escritores fantasmas, ellos valorarán sus aptitudes para darte una solicitud para formar parte de la responsabilidad de tu trabajo. Tú serás quien decida en qué partes de tu trabajo necesitarás de la persona elegida y con qué frecuencia. Imagino que no eres de las que dejan en manos de otros la total responsabilidad de tu propia creación
Me despido agradecido de conocerte y te deseo buenas noches.
Gracias igualmente, buenas noches…
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