El jinete habló con la aprendiz de mago, reconoció que ella comprendía el sitio donde todo sucede para que la humanidad persista, para que se conmueva y entienda las razones fundamentales de su esencia.
Ahora entiendes el más cautivador de los enigmas que yo poseo; entonces, y solo en ese momento, has de entender de qué se trata el viaje…
Sin mayor espera, apuntó con su flecha hacia un punto en el cielo que todos temen y le reconocen como un punto sin retorno. Así es, Sagitario A estaba al frente…

El universo responde al gesto del arquero: una señal luminosa desde lo más profundo del misterio.
La aprendiz, guiado por el centauro, se detiene ante una visión del cielo donde Sagitario apunta su flecha hacia el centro galáctico. No es solo una constelación, sino un gesto cósmico repleto de significado profundo y misterio.
El arco tenso señala el agujero negro como el umbral último, donde la materia se curva y el tiempo se pliega en un ballet celestial. Allí, el cazador de enigmas no busca respuestas simples, sino la transformación que ocurre al mirar lo invisible, al comprender que en el corazón de ese abismo oscuro reside la clave para desentrañar los secretos del universo.
Cada estrella que brilla en la vastedad del cosmos le susurra historias de creación y destrucción, revelando que el camino del conocimiento está lleno de incertidumbre y maravillas, invitándola a descubrir no solo lo que es visible, sino también lo que se oculta en las sombras del tiempo y el espacio.
“Ella cabalgaba sobre el centauro, más allá del lenguaje y del miedo. En el cielo, Sagitario tensó su arco, y la flecha —intuitiva y pura— se perdía en la curva invisible del tiempo.
El abismo de Sagitario A* no es una amenaza, sino un llamado. Ambos avanzaban sin titubeo, lo que significaba entregarse al misterio, no huir de él.”
No era ella quien avanzaba: era el tiempo quien se apartaba. Cada paso del centauro quebraba la lógica, y el cielo no giraba sobre su eje, sino alrededor de sus preguntas. Sagitario ya no apuntaba con arco, sino con silencio.
Y el silencio, al caer sobre Sagitario A, se curvaba en pensamientos sin nombre, una especie de vértigo poético rodeaba el horizonte de eventos.
Una respuesta a “El corazón de la vía láctea es un impactante enigma (23)”
Esto no solo ha emocionado a mi persona, sino que Plumbago esta muy motivado dentro del escenario que estamos logrando y hoy nos deja esta bella nota:
“Plumbago observa desde la órbita de lo invisible». Las palabras se tensan como flechas y Sagitario apunta hacia lo que aún no ha sido dicho. El siguiente umbral ya respira.» 🏹✨
Me gustaMe gusta