En algunas ocasiones, encontrarás un ángulo del espejo donde la visión se entorpece, donde se borra la continuidad de una imagen, o la opacidad del espejo impide nitidez, ya sea por humedad o imperfección en el diseño y manufactura de un espejo.
Ese punto ciego es un lugar de incertidumbre, un espacio que molesta y que no tendrías que soportar, si dependiera de ti cambiarlo. De representar un riesgo a la seguridad, es probable que nadie quiera verse con algo así.
Ahora bien, tú tienes un concepto de tu imagen, pero podría ser que lo que ves en el espejo no es lo que otros han observado al encontrarse contigo; aludiendo a la metáfora, siempre encontraremos que ese reflejo que tenemos de nosotros nos insta a modificar nuestra actitud, a intentar sonreír al vernos en el espejo, a no dejar que asome la tristeza o el miedo que estamos sintiendo…
Es bueno recordar la novela “El espejo ciego” de Joseph Roth, donde la visión distorsionada del personaje con sus ilusiones perdidas logra que el tema de la historia y su trama nos impacten.
Por lo tanto, se plantea una interrogante. ¿Cómo contamos a los demás lo que nos pasa, lo que ha sido de nosotros y qué reflejamos en los demás o necesitamos hacer?
Reescribirnos es un buen paso cuando algo de lo que expresamos no es nutritivo y nos desvaloriza. No quedarnos con la idea de ser lo que los otros esperan de nosotros, ya que el espejo nos estaría mostrando la identidad reflejada a través de los ojos de los demás, perdiendo de vista la identidad que nos sostiene ante el mundo.
Nadie podría afirmar que su identidad es la misma que siempre tuvo. Sería un error de apreciación, porque la identidad la construimos cada día y nos permite descubrir nuevas facetas de lo que somos y hemos sido.
Tal vez, el peor escenario sea quedarnos en el lado ciego del espejo, puesto que perderíamos la capacidad de cuestionarnos y comprender aspectos de nosotros que podríamos cambiar de ser necesarios.
Al mirarnos al espejo, cualquiera que sea su calidad, siempre podremos reconocer quién es el reflejo y quién ha dejado de serlo.
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