Ecológicamente, hay la tradición de usar la ropa con remiendos. Es barato, ayuda a preservar la naturaleza y puedes hacer reciclado con la ropa que ya no usas. Cada tejido de la abuela a veces les sirve a los nietos, pero en muchas ocasiones se vuelven trapos antiguos que ocupan demasiado.

Las críticas hacia las compañías que reciclan ropa suelen centrarse en la falta de transparencia y la efectividad real de sus procesos. Aunque muchas marcas promueven iniciativas de reciclaje como parte de sus estrategias de sostenibilidad, se cuestiona si estas acciones son genuinas o simplemente una forma de marketing verde.
La creciente preocupación por el impacto ambiental de la industria de la moda ha llevado a un aumento en la demanda de prácticas más responsables, lo que ha impulsado a algunas empresas a implementar programas de reciclaje.
Sin embargo, la falta de información clara sobre cómo se lleva a cabo realmente este reciclaje genera desconfianza entre los consumidores. Muchos se preguntan si la ropa recogida se reutiliza adecuadamente o si termina en vertederos, lo que contrarrestaría los beneficios de cualquier esfuerzo por ser más ecológico. Además, es fundamental que las marcas ofrezcan una rendición de cuentas efectiva y demuestren la trazabilidad de los materiales reciclados, para que sus esfuerzos no se consideren únicamente un artificio publicitario.
En cuanto a los usos que se le da a la ropa reciclada, algunas empresas la transforman en fibras para fabricar nuevos textiles, mientras que otras la utilizan para crear productos como aislantes térmicos o materiales para la construcción. Sin embargo, el proceso de reciclaje enfrenta desafíos técnicos, como la dificultad de separar fibras mezcladas, lo que limita su reutilización efectiva.
La economía circular es una alternativa
La propia gente, desde la familia, debería invitar a sus familiares al buen uso de los materiales, aprender que lo que usó tu hermano te ha de servir a ti y no por despreciar que tengas algo nuevo, sino porque le da un valor agregado al cuidado del planeta.

Me gusta recordar un pasaje de la historia de Hadar, que, viviendo en un exoplaneta, aprende a vivir al interior de las cápsulas con camisetas de los adultos que laboran y viven ahí; más adelante, aprende a tejer para hacerle remiendos a sus pantalones mientras crecía.
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