Bien dicen que solo la gente enamorada puede escribir de lo que es el amor, pero bueno, esa historia es un reto para una veterana de eso que se llama haberse enamorado y recordar fragmentos; aún es más grande el reto si hay que hacer que se enamoren perdidamente en la órbita terrestre… Complicado, ¿verdad?

Si esta pieza está compuesta por terceras, con intervalo entre dos notas y por eso es perfecta, las terceras son una especie de susurro entre las notas.
Ahora vuelco a un trabajo al que titulé Poco a poco y que puedes buscar en el blog, pero esta vez para establecer una conexión:
Ella no lo buscó, ni siquiera lo percibió… Poco a poco un hilo tenue se fue enredando a su alma, como una delicada telaraña que se forma sin ser advertida. Jamás como una atadura, mucho menos como un deber; más bien, se acurrucó, suavemente, encendiendo una conexión que creció en el silencio de sus pensamientos.
Ciertamente aceptado como el azaroso hallazgo que, sin anhelo de ser poseído, ese sentimiento se insinuó en los rincones de su ser, iluminando partes de su existencia que habían permanecido ocultas.
Llámale inspiración, una chispa inexplicable que brota en momentos inesperados. Yo lo único que sé, es que no sucede siempre y tampoco a todos; es un regalo raro, un susurro en la brisa que solo algunos tienen la fortuna de experimentar, un recordatorio de que la belleza puede surgir de los lugares más imprevistos.
Creo que si fuera una película, dar inicio con esta escena sería eso que llaman flashback.
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