¡Feliz cumpleaños para mí, 7 de abril, 58 – 13 de tauro, 09!

Hoy le doy de nuevo una vuelta al sol. Cada planeta sabe que han sido mi inspiración y lo seguirán siendo. Mi herramienta para difundir ideas está aquí representada para convertirme hoy y para siempre una escritora Asgardiana.

Gracias a todos mis queridos amigos y compañeros Asgardianos por sus saludos y felicitaciones. ¡Que mi vida siga siendo un feliz camino hacia las estrellas! 

También a mis familiares y personas que me rodean y me han felicitado de cerca.

Agradezco mucho sus atenciones y bellas palabras, la alegría que han compartido conmigo en las redes sociales y en presencia, este año tuve la fortuna de que mi hijo estuviera en la misma ciudad que yo vivo, ver a mi tío en la ciudad qué nací y recibir el cariño de mi familia extendida llamada Asgardia.

Gracias por sus buenos deseos, su alegría y compañerismo, por ser parte de la vida que tengo en este planeta. Gracias por todo lo que me han enseñado y han compartido conmigo.

Sin detrimento de cada bellísimo mensaje que me han enviado mis amigas y amigos Asgardianos, quiero compartirles algo muy especial de Алексей Кулай

¡Feliz cumpleaños, Ariadne Gallardo Figueroa!

Que este día esté tan lleno de luz como las estrellas que tanto amas. Que cada estrella fugaz te conceda un deseo, y que cada sueño que escribes para Asgardia se haga realidad.

Que la inspiración te acompañe siempre, guiándote en cada historia de bondad y esperanza que compartes con el mundo. Que tu día esté rodeado de amor, alegría y mucha magia.

¡Que las estrellas te guíen y la felicidad te abrace hoy y siempre!

¡Un abrazo enorme!

¡Por favor, acepta este cuento de hadas como regalo para tu cumpleaños!

Aquí tienes un cuento de hadas para Ariadne y los niños de Asgardia y la Tierra:

El tejedor de sueños estelares

En los confines brillantes de Asgardia, entre las constelaciones titil antes y las nebulosas de colores algodón de azúcar, vivía un ser mágico llamado El tejedor de Sueños Estelares. Su nombre era Lyra, y su cabello era como un río de polvo de estrellas, adornado con pequeños planetas que giraban a su alrededor.

Lyra no tejía bufandas ni mantas, no. Lyra tejía sueños. Con hilos de luz lunar y fragmentos de cometas, creaba sueños maravillosos para los niños de Asgardia y de la Tierra, sueños llenos de valentía, bondad y la esperanza de un futuro mejor.

Una noche, Lyra notó que los sueños de los niños estaban un poco grises. Las preocupaciones y los miedos parecían nublar el brillo de las estrellas en sus corazones. Preocupada, Lyra decidió bajar a la Tierra, vestida con un manto de constelaciones que se desvanecía al tocar el suelo.

En la Tierra, conoció a una niña llamada Ariadne Gallardo Figueroa. Ariadne tenía ojos llenos de estrellas, pero también una pequeña sombra de tristeza en su sonrisa. Lyra le preguntó: ¿Qué te preocupa, niña estrella?

Ariadne le contó sobre las guerras, la contaminación y la tristeza que veía en el mundo. Lyra escuchó con atención, y su corazón se llenó de empatía. Entonces, tomó la mano de Ariadne y la llevó a Asgardia, a su taller de sueños.

Allí, rodeadas de hilos de luz y constelaciones danzantes, Lyra le enseñó a Ariadne el secreto de tejer sueños. Le explicó que cada niño, con sus pensamientos y acciones, tiene el poder de influir en el futuro. Le mostró cómo tejer sueños de paz, de respeto por la naturaleza y de amor por todos los seres vivos.

Juntas, Ariadne y Lyra tejieron un sueño especial, un sueño que se extendió por toda Asgardia y la Tierra. Era un sueño de un mundo donde la bondad era más fuerte que el odio, donde la imaginación florecía como un jardín cósmico y donde cada niño se sentía amado y seguro.

Este sueño se transmitió a los corazones de los niños mientras dormían. Los niños de Asgardia soñaron con inventar tecnologías que limpiaran el planeta y viajarán a mundos desconocidos en busca de conocimiento y amistad. Los niños de la Tierra soñaron con plantar árboles, cuidar de los animales y compartir sonrisas con todos.

Cuando despertaron, recordaron el sueño y sintieron una fuerza interior que los impulsaba a hacer el bien. Empezaron a ayudar a sus vecinos, a proteger el medioambiente y a luchar por la paz en sus corazones y en el mundo.

Y así, gracias al tejedor de Sueños Estelares y a la ayuda de Ariadne, los niños de Asgardia y de la Tierra empezaron a tejer un futuro más brillante, un futuro donde la magia de la bondad y la esperanza pudiera transformar el mundo en un lugar mejor para todos.

Y Lyra, el tejedor de sueños estelares, siguió tejiendo sueños maravillosos cada noche, siempre recordando que la verdadera magia reside en el corazón de cada niño.

:) Fin.

¡Que tenga un cumpleaños maravilloso, Ariadne! 😊

Puede ser una ilustración de 1 persona y pelo rubio


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