Ares espera en el umbral de un agitado mar…
No avanza, el agua se agita en su cuerpo, pero se mantiene expectante…

Coloca fija su mirada en el navío que se acerca…
Es una embarcación poderosa donde magistrados, ministros, reyes y gobernantes se dirigen a una reunión…
Es por mar que han de llegar hasta el recinto de Ares; las señales han dispuesto el momento.

Ares, sacude su cabeza y reconoce que la señal de la umbra marcará el arribo de los navegantes…
Al desvanecerse la sombra, la señal será anunciada.
Al llegar a su casa, se disponen a dejar todo lo que niegue el pacto
Que así sea y sea para bien…
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