Ariadne Gallardo Figueroa

Así es, todo empieza con un poema enmarcado en la imposibilidad… Veamos qué sigue y cómo adaptar los arquetipos a la época actual o a una circunstancia en particular.

Así es que estando en la cafetería, descubro que solo una servilleta me ayudará a coordinar esto…
De acuerdo con la historia conocida pasó esto:
En tiempo de invierno es cuando Deméter descuida todo porque pierde a su hija… La tierra deja de producir sus frutos y todo camba de tono, aridez y falta de alimento.
Su hija, Perséfone, la cuidaban las mujeres pájaro.
Deméter, como deidad de la agricultura y la cosecha, siente que algo muy desagradable les espera a las mujeres pájaro, ya que mientras Perséfone recogía flores, Hades la rapta…
Además, no está dispuesto a ceder con facilidad. Fíjense que hasta aquí el problema ha desencadenado un gran desequilibrio.
Por lo visto, las más comprometidas son las mujeres pájaro, pero el estratega Hades, se valió de sus artimañas para salirse con la suya y, al final de cuentas, parece que su hazaña es negociable, pero no la de las custodias mujeres pájaro.
El acuerdo quedó de esta forma. Perséfone tendrá que permanecer durante una parte del año con Hades en el inframundo y el resto con Deméter en la Tierra; supongo que Hades hizo todo lo posible para que la mujer se sintiera a gusto en su lugar…
Las mujeres menos afortunadas fueron las mujeres con cuerpos de pájaro, ya que, por castigo, fueron convertidas en mujeres con cuerpos en lugar de pájaro, de pez…
Las estaciones del año fueron determinadas de esta forma gracias al acuerdo de Deméter con Hades.
¿Qué habrían pensado y experimentado las sirenas? Fueron más felices en el mar que en el agua; no estamos al tanto de ello. Tal vez sí…

Mi condición me doblega…
Obedecer y cumplir es la regla,
dame razones para escapar de todo,
ser todo para mí,
No para los otros,
Servir a mi destino
no al de ellos…
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