Mi Mundo en Palabras en Letras Creativas

Cuando los alumnos del ámbito académico de tercer nivel se preparan para entrar a los planteles, resulta necesario hacerles sentir que las cosas que van a desarrollar en cada actividad difieren de las de la enseñanza de segundo nivel en varios factores, uno de ellos es la disposición mental para entrar a un camino muy competitivo. Este nuevo entorno no solo exige habilidades académicas más avanzadas, sino que también invita a los estudiantes a adoptar una mentalidad de crecimiento donde el aprendizaje constante y la autoevaluación son claves para el éxito.

Los alumnos deben estar conscientes de que la colaboración y el «networking» jugarán un papel fundamental en su trayectoria, y que la interacción con sus pares y profesores puede abrir puertas a oportunidades valiosas. Además, es crucial que comprendan que el fracaso es parte del proceso educativo; aprender de los errores y adaptarse rápidamente se volverá indispensable en este nuevo desafío. Por lo tanto, la preparación no solo debe enfocarse en el conocimiento técnico, sino también en el desarrollo de habilidades interpersonales y la resiliencia.

Desde mi punto de vista para el profesorado, se ve ante la necesidad de no solo preparar en el nivel académico a los estudiantes, sino en hacerles ver que hay un término en la educación integral que los va a ayudar a ser mejores profesionales en términos integrales. Esto implica desarrollar habilidades que van más allá de los conocimientos técnicos, como la ética, la comunicación efectiva, el trabajo en equipo y la resolución de problemas. Además, es esencial fomentar un ambiente que estimule la curiosidad y la creatividad, ya que estas son cualidades clave en el mundo laboral actual. Por lo tanto, el profesorado debe equipar a los estudiantes con herramientas no solo para sobresalir en su ámbito, sino también para adaptarse a los desafíos cambiantes de la sociedad moderna.

A manera de anecdotario, el Dr. Herrera recrea la forma en que cada individuo en su actividad va desarrollando y encontrando en las dificultades y la amistad, parejas para toda la vida, amistades leales y ese sentido de comunidad que solo se fomenta con el tiempo y las fracciones donde hay que cumplir con tareas específicas.

En este recorrido, las experiencias compartidas forjan lazos que trascienden lo profesional, permitiendo que las personas se desaten de las rutinas a las que se acostumbraron al adentrarse en las actividades de su competencia en el ámbito profesional. Estas interacciones no solo enriquecen las vidas de quienes participan, sino que también crean un ambiente propicio para el crecimiento personal y colectivo. La resiliencia que se cultiva en momentos difíciles se transforma en una fuente de motivación, recordando a todos que, en última instancia, el verdadero valor de su labor radica en las conexiones humanas que construyen. Así, cada desafío se convierte en una oportunidad para fortalecer vínculos y reafirmar el compromiso con la comunidad que se ha formado a lo largo de su trayectoria.

Además, insta a sus alumnos a utilizar un divertido hashtag: