Palabras del Magíster en sociología, cuando todos ellos se descubren, se descubren vulnerables ante el atentado a su cosecha.


Este es el prólogo de la Muralla Silenciosa
Si tuviéramos la oportunidad de viajar al siglo XXIII y encontrarnos con que la humanidad ha logrado afincar los sueños de solidaridad, democracia y reparto equitativo de la riqueza, sentiríamos que fuimos premiados por esforzarnos en creer en lo que realmente importa.
Como residente de Asgardia mi trabajo en este quinto libro que representa una mirada a la ferocidad con que algunos detentan la riqueza, el poderío de la fuerza para hacer valer sus ideas y preservar sus dominios en comparación de todos los impulsores de cambios de nuevos ideales, los pacifistas, protectores del planeta y de una forma integradora de proceder.
Los mismos que se esfuerzan por preservar el statu quo, han notado que es necesaria la revisión de sus ideas y miran con atención el mundo que están entregando a sus hijos como descendientes y custodios del planeta.
Han de notar la presencia de un espíritu amigo que acompañará en este último trayecto a uno de los científicos y le dará a conocer lo que se vivió en el pasado remoto que solamente fue tocado de forma presencial por quien fuera su antepasado. Junto a este alentador espíritu se sumarán otros que de igual forma le harán saber que no están solos en esa travesía.
Nutrirnos con la imaginación nos permite tocar mundos posibles y construir con la palabra ese espacio que anhelamos y que cuesta tanto trabajo lograr: Enciende el fuego y descubres que no hay camino más que buscar para equilibrar la balanza.
Agradezco a todos los que me hicieron ver un mundo posible a través de sus propios talentos, debo admitir que muchas personas harían lo impensable porque nos adaptemos a las reglas que el mundo nos ofrece, sin embargo, jamás podremos doblegar a los espíritus libres que forman parte de nuestra esperanza en el futuro.
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