Reseña de Ariadne Gallardo Figueroa al trabajo de Ugur Aydin:
Ante todo, vamos a ver en torno a que objeto o artefacto sublime u objetivo gira la historia:
Benlik Es una palabra turca que significa la auto-existencia de una persona. En esta historia, la palabra Benlik significa «una segunda copia respaldada por inteligencia artificial puesta a disposición de las personas en la vida social».

EL HOMBRE DE LA CHATARRA
Antología de historias de ciencia ficción turcas por Ugur Aydin
Día 1
La señora A. salió de casa para ir a trabajar, como siempre lo hace. El vehículo que le serviría había salido del metro y estaba esperando junto al Lado de la carretera. Cuando la señora A. subió, el vehículo arrancó. mirando hacia atrás desde la pantalla, vio a su Benlik, saludándola desde la acera, y ella sonrió. Mientras iba a trabajar, su Benlik siempre iba en sentido contrario en dirección de hacer deportes para mantenerse en forma.
Dia 2
Esta vez, la señora A. salió de casa para hacer ejercicio en persona. Su Benlik se movió con el vehículo en su lugar, pero no volvió a mirar la pantalla. la Sra. A. todavía saludó, mirando hacia ella misma. Se dio la vuelta y comenzó su caminata diaria, pero ella se rio para sí misma y pensó: “Necesito conseguir un Benlik mejorado”.
Sabía que esto era divertidamente inútil, ya que todos los Benliks eran introducidos con sólo pequeñas diferencias en la naturaleza y gestionados a través de un único dominio central. Sólo unas pocas características menores separan a las empresas cuya calidad del servicio se mantiene consistentemente alta entre sí.
Día 5, por la tarde
El señor E. era entrenador. Dejó el centro de entrenamiento, se metió en el coche en frente a la puerta y se alejó hacia la biblioteca. Su Benlik no reaccionó y simplemente lo vio alejarse. El Benlik volvió al centro de entrenamiento para continuar otra lección. Estos Benliks fueron proporcionando maravillosos doble vida como ejemplos para sus usuarios.
Reseña y comentarios acerca del cuento:
La gran preocupación en una tierra desconocida al entender los procesos de manufactura, de comprender que no todos los circuitos pueden ser de utilidad en diferentes modelos de robots de uso cotidiano, la forma como el hombre de la chatarra los vendía en sacos para revenderlos sin conocimiento de su uso correcto, sin saber si el modelo al que se atribuían o conectaban estaba en la serie de manufactura adecuada, es lo más impactante del desarrollo de esta historia, un mundo lejano al nuestro que podría colisionar con su estrategia de mercado, con grandes problemas colaterales para los fabricantes de patentes que no logra cumplir con el objetivo de proveer a los usuarios.
Ariadne Gallardo Figueroa
Debe estar conectado para enviar un comentario.