Nada de lo que nos hubieran pronosticado ha sucedido, algunos detalles los podemos imaginar, los años ponen un poco más de canas en el pelo y vamos dándole menos importancia a algunos detalles de la vida cotidiana…
Tal vez lo que nos importa en verdad, no es válido para muchos de los que nos rodean, angustiados por la inmediatez y la premura en la que viven, ahí notamos que vamos en calma donde antes llevábamos prisa.
Lo fundamental deja de ser rutinario, lo eterno deja de ser para siempre; la vida nos muestra un rostro que no habíamos visto antes y todo puede ser mejor de lo que aparentemente parece.
¡¡¡Así que llegamos de nuevo al umbral de un nuevo año marcado bajos tonos inciertos y muchos momentos insalvables, ante todo vamos con energía que lo que sigue es nuestro!!!