En lo que menos pensamos al final de la vida de un ser querido, es en lo que dijo y con qué intención lo hizo al final de su vida, para Elia Gertrudis Mazagatos Arce las últimas frases encierran un legado, un pacto, pero ¿Será que Gertrudis lo comprende de esa manera?

La noche observa la partida de Elia y cada hoja de Guarumbo transpira a tristeza en aquel momento

La casona exhala la seducción de una mujer que la recorrió y suspiró por cada instante destinado a ser recordado. Toda mujer enigmática anhela ser inmortalizada en la memoria de los suyos, pues en ello encuentra su eternidad.
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