En esta parte de la historia vamos a saber a quién le habla Omary, a quien le relata la historia y comprenderemos que la vida siempre nos permite dejar enseñanzas a las futuras generaciones, tal vez nunca logremos ser perfectos, pero si perfectibles, eso nos da aliento para integrarnos o al menos comprender en que estamos mal, si es doloroso y si es molesto, que podríamos hacer para modificarlo.


Los personajes ficticios que creamos han sido arrancados de la realidad, el mundo es el mejor espejo de observación de algunos detalles que nos dan sustancia y permanencia en el territorio que pisamos.
Así que vamos más o menos a la mitad de esta historia que por alguna razón tiene su propia luna esperando alimentar los sentimientos de alguien.
Este capítulo termina con tres puntos suspensivos, es intencionalmente dramático a veces quien nos ama no es alguien de quien estemos conscientes y tal vez ni siquiera le damos la oportunidad de acercarse
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