Los Pegasus, sofocados por el extremo calor del lugar y la sorprendente noticia del custodio de la montaña, se retiraron más sabios y al mismo tiempo más confundidos….
El anciano exclama un discurso especial a su amigo de la montaña antes de retirarse con el grupo de Pegasus
El anciano comenzó a toser y alertó al grupo: «Debemos apresurarnos hay elementos tóxicos en este lugar, precisamente todos los que le dan poder y energía a mi amigo el custodio de la montaña, para los seres de sangre caliente como nosotros no son buenos y hay que retirarnos, lo antes posible primero, debo despedirme como es debido de él, entonces exclamó con dificultad:
«Amigo de siempre y custodio del fuego interno de la montaña que ante el cielo eres un poderoso volcán, gracias por darnos tu conocimiento y advertirnos de la necesidad de equilibrio en cada paso que demos»
La potente voz de su entrañable amigo señaló:
«No todo lo que nos hace bien, es para siempre y no todo lo que somos es para todos y aquel que ambiciona más de lo que merece, sabrá de aquel que merece por haberlo ganado con el paso del tiempo y con su propio esfuerzo, brinda fuerza a las cosechas y vive más de lo que esperas al dejar un legado poderoso entre los que te han buscado»
Al momento que vieron la luz afuera de la cueva, el corcel que lideraba al grupo se agachó para que el anciano lo montara y a galope salieron de aquel lugar mágico y extremo.
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