El centauro que había sido llamado por el maestro Quirón, lo inquirió con vehemencia sobre las tareas que eran necesarias por parte de los pegazos, porque ese grupo de seres alados sería convocado para concluir un trabajo.
Quirón lo miró con atención y señaló:
Solo ellos pueden llegar hasta donde hemos sido llamados y regresar con la petición, hace algunos meses he escuchado y he visto mensajes que me señalan la voz y los símbolos de un ser que nos insta a unirnos a su proyecto.
Los seres alados son nuestro único puente para conocer quién es y que desea, que le sucede para clamar por nosotros
Así que toma la lira y entona el tema que surja de tu corazón para que ellos acudan, yo lanzaré entonces mi flecha encendida en el fuego creador para indicarles el camino desde el cual me ha llegado en la distancia ese ruego, ese anhelo esa petición.
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