
Cada pieza del tablero obedece a una linea del tiempo y a un movimiento establecido, cuidar al jerarca, qué ya no necesita corona, son ella, o él, en el cargo de importancia.
Los peones van con todo de frente en busca del pan de cada día, los caballos siempre le dicen al de enfrente lo que tiene que hacer el qué está al lado…
Aparentemente la empoderada puede moverse hacia cualquier lado, pero todos están atentos a sus movimientos para lanzar la estocada o la diligente cortesía diplomática.
Piezas de un ajedrez ante los ojos del mundo, en cada camino recorrido y sin muchos cambios, pese al paso del tiempo.
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