
El alma es, en esencia, toda la mezcla de la sabiduría histórica qué los genes de tus ancestros han aportado, no es una sustancia estática pero puede ser adherible a las creencias y prejuicios qué muchos seres han creado y ahí esta el más grave peligro.
Mientras más etérea sea tu alma, más fácil podrá conectarse con lo eterno, lo cósmico, aquello que no ha pasado por la patina de los que han etiquetado y dibujado su esencia.
Si puedes alejarla de los que sienten que pueden poseerla y encerrarla en un catalogo de pecados y demonios qué ellos han creado y están dispuestos a influir en ti para que los sigas y divulgues sus principios.
Claramente todas las almas pasan por diferentes procesos, dependiendo de donde vivas y aquello que te inculcaron en la infancia, eres responsable de discernir si todo lo que te dijeron le pertenece o no a ella.
Solo entonces podrás hacer de ella un ámbito creativo, libertario y amable para ti mismo y los que te rodean.
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