Había una vez un ser que lograba extraer opacidad de cosas y personas y todos se preguntaban cómo lo hacía.
Su método era muy simple, los rodeaba y poco a poco elegía de sus personas aquella materia que le resultaba útil, bastaba con mirarlos de frente y conversar con ellos para descubrir qué material los había llevado a crear opacidad en sus personas.

Entonces elegía un recipiente para contener todo aquello que en ellos impedía transparencia, no siempre era un proceso agradable, en muchos de ellos existía vulgaridad extrema, crueldad e incluso odio profundo, pero todos estaban hechos de materiales que podían ser retirados con esmero.
Lo mejor de todo es que nunca te darás cuenta cuando llegue a tu encuentro, podrías sorprenderte al poco tiempo, transparente y pleno frente a su magia.
Debe estar conectado para enviar un comentario.