Siempre hay momentos en la vida que nos abren portales para ver el mundo con otra lente, la óptica cambia cuando logramos ver más allá de la superficie y las experiencias que hemos tenido lo largo de la vida nos dan un brillo especial al comprender que a los otros también les suceden situaciones complejas y que cada persona las afronta desde su propia óptica mental colocando acciones creativas para seguir creciendo y evolucionando.

¿Cuántas guerras, cuantos conflictos podrían evitarse con la sola idea de analizar si vale la pena seguir «rumiando» sobre el asunto que no fue posible resolver en el pasado?
El problema es no ver ese espacio donde es posible profundizar entonces la pregunta obligada es:
¿Qué impide que esto suceda, por qué hay personas que no ven su punto de quiebre o la oportunidad para cambiar, por qué vuelven al ciclo de la ofensa o al recuerdo pasado que los ató a un momento doloroso o una limitación?
Esta es una buena reflexión si te pones a penar en cuantas guerras, cuantos conflictos podrían evitarse con la sola idea de analizar si vale la pena seguir «rumiando» sobre el asunto que no fue posible resolver en el pasado.
Aun cuando no lo percibas como algo útil, esto es de gran importancia para no caer en lugares comunes en las obras literarias que puedas construir, como escritores debemos repensar los nudos conflictuales y las percepciones que nos han incentivado a construir personajes que terminan siendo el arquetipo que se repite a través de la historia y ya no resuena en lo que actualmente necesitamos ser. ¡Analízalo!
Photo by Pixabay on Pexels.com
Debe estar conectado para enviar un comentario.