Tal vez no sea sencillo reconocer al que llega a nosotros para decirnos lo que le impulsa a comunicarse a través del tiempo, podemos encontrarnos en un momento de placidez emocional y es posible que esa sea la forma en la cual es más fácil percibirnos, nunca lo sabré.
Lo que puedo decir cuando escribo la tercera parte del undécimo cuento es que hay situaciones que muchos no resuelven, que de alguna forma se quedan con el alma rota y necesitan entender por qué sucedió determinada situación que les resulta incomprensible.
Somos como cajas de resonancia de la mente de otros, la sensibilidad de cada persona es única y si esto te hace reflexionar sobre cómo ves y comprendes tus pensamientos lúcidos y aquellos que te llevan a tomar la iniciativa de emprender el camino de difundir aquello que ha llegado a ti por alguna razón.
Ninguno de nosotros somos privilegiados, todos podemos iluminar el camino de los seres que se acercan a nosotros o dejarlos partir en busca de las respuestas que necesitan a otro lugar, tu percepción es tuya y puedes decidir qué hacer con ella.
Ahora se de que va esto que llegó a mi, bueno unos cuantos párrafos y en espera de poder concluir este relato, lo único que deseo es que termine en buenos términos, sería grandiosos.
Saludos queridos lectores y escritores que me siguen, que las alas de la imaginación y la intuición les permitan ver lo que no es fácil para todos y que puede convertirse en una herramienta fascinante en el poder de un divulgador de esta aventura que llamamos vida.
Photo by Pixabay on Pexels.com
Debe estar conectado para enviar un comentario.