Si el cuento 7 me lo quedo para el libro y es un espacio vacío en la continuidad de los post, es bueno reflexionar al respecto, todos queremos rellenar espacios, contabilizar metas, llenar los sitios web de amigos, no tener vacíos, es como una acción compulsiva que no deja espacio para meditar a quien le compartimos lo que somos.
No se llega con facilidad a esto, es necesario pasar por algunos tropiezos a veces y en algunas ocasiones simplemente es interesante notar lo práctico que resulta ese sitio que solo es tuyo y de nadie más, ya no es necesario ocuparlo hasta que lo decidas, sí acaso fuera importante.
Dejar un espacio sin un mueble que parecía vital, salir sin celular y sin bolsos a la calle, poner la caja de panadería en la alacena en reposo, desde luego que todo eso a la larga es un reto divertido.
Bien estimados lectores piensen en esos espacios que se vieron obligados a llenar por compulsión, o por convenciones sociales, lugares que ahora pueden quedar permanentemente vacíos y sin inquietud por se ocupados por nadie.
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