Algunas veces es divertido imaginar que vamos hacia un nuevo lugar con solo desearlo, que podemos mover las reglas de la física y adentrarnos en espacios que no han sido tocados por otros humanos, lo más desagradable es reconocer si hay otros humanos que logran atravesar ciertas esferas de tu pensamiento y no siempre lo hacen con buenas intenciones.

Las capas de lo que estamos hechos, son fascinantes, pueden darnos una forma exacta del misterio donde nos llevan las ideas y los intentos de potenciar nuestra fuerza vital, entonces es bueno reflexionar si somos capaces de encontrar afinidades para lograr alternativas positivas.
Nadie podrá quedarse en su mente por mucho tiempo sin percatarse que aquello en lo que razona y piensa , ha de ser parte de un colectivo; entonces meditemos que cada que abrimos los ojos al amanecer ya estuvimos haciendo algo a favor de lo que amamos y al mismo tiempo disparando dardos ponzoñosos hacia todo lo que odiamos…
Seamos cautos con lo que deseamos y lo que aborrecemos, en la medida de nuestros anhelos podría convertirse en una herramienta poderosa a favor del entorno que siempre podemos vemos.
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