El corazón del Cielo
El espacio de los sueños es un sitio aparte para cada uno de nosotros, donde la vida ríe fuera de todo presagio, es el espacio donde los sentimientos crecen y se arropan con las ilusiones de cada día.
Hay sitios que nos conectan con las esperanzas que en algún momento de la vida soñamos, aquellos sitios que nos hacen pensar en la música y en las cosas hermosas que nos hacen felices; hilvanar detalles en ese lugar en especial, se convierte en maravilloso, sobre todo cuando sabemos que la vida ha de pasar.
Pero en medio de todo esto siempre se siente la inquietud de que las cosas pueden dejar de ser, sí todo es perfectible basta con la alegría de creerlo posible, la vida sigue y la vida cuenta con ese aliento de ser entendida más allá de sí misma.
En los espacios de silencio, existen las expresiones de vacío, de pausa y de quebranto, pero en precisamente el silencio el aliciente del alma, ¡Qué nada vulnere el silencio más allá de una melodía!
Un día como cualquiera damos la vuelta al calendario para darnos cuenta que la vida va cambiando el color del cabello terso, la figura lozana y los ágiles pasos, sin afán sensiblero se van cumpliendo aniversarios, jugadas del tablero para ese calendario…
Ha de motivar el silencio que impera, que la búsqueda avance, donde nuevas ideas se alcen, hay ciclos que cumplen retos, etapas para los que nacen cada amanecer, la vida rehace en formas exactas donde canta el himno a sí misma…
Al encuentro de otro rumbo al que noi todos vamos, entre un sinfín de pensares, argumentos, quebrantos y dos que tres compases donde el timón de rumbo fijo cambia su derrotero.
De pronto el silencio ya no es reflexivo, es agudo y tenso es el umbral de algo que desconocemos, es un brillo opaco en la mirada y un suspiro que se agota, es el alma de las cosas que se vuelve borrosa; ahí, solos en ese instante podemos sentirnos más cerca de lo que pronto seremos, un hálito perfumado de ocres y marrón fuerte… Algo que no imaginamos cuando la vida era.
Una respuesta a “El corazón del cielo”
Saludos Jordi siempre tan tenaz en sus textos, un abrazo desde mi blog para usted!!
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